La tecnologia 3D
Últimamente, debido al estreno de películas como Up, Avatar o Ice Age 3 en formato 3D Digital, se ha popularizado la tecnología 3D, que sin duda está dando mucho que hablar.
En realidad no se trata de una técnica innovadora, ya que existe desde los años cincuenta, aunque no se puede negar que ha ido sufriendo múltiples evoluciones a lo largo de su historia. Todos recordamos las gafas anaglíficas de cartón, formadas por un filtro rojo y otro verde, que conseguían generar una ligera sensación 3D al sincronizar dos imágenes aparentemente desajustadas. Pues bien, la tecnología que nos encontramos en las salas de cine actuales parte de la misma base, aunque con importantes diferencias tecnológicas.
La mayor parte de las salas que emiten películas en 3D Digital actualmente lo hacen con el sistema de proyección RealD. Este sistema necesita un solo proyector, y no dos como el 3D convencional, lo cual evita una gran inversión.
El sistema RealD evita la utilización de dos proyectores al intercalar una imagen diferente para cada ojo, a gran velocidad, y repitiéndolas hasta tres veces sin variar la frecuencia de imagen del formato cinematográfico (los 24 fotogramas por segundo). Con la ayuda de gafas debidamente polarizadas, percibimos la sensación de perspectiva y por lo tanto el efecto 3D.
3D, una nueva esperanza para productoras y salas de proyección
El número de largometrajes grabados con esta tecnología, así como el número de salas que emiten en 3D digital está en constante crecimiento. Se busca con ello la reafirmación de las salas de cine, que hasta ahora venían sufriendo un retroceso en cuanto a público, y por lo tanto en recaudaciones.
Es evidente que esta pérdida de espectadores se debe, en gran parte, a la piratería, aunque también consideramos justo atribuir parte de esta responsabilidad a la propia industria del cine, ya que en la última década, el número de guiones originales ha bajado drásticamente, dando paso a continuas proyecciones de “remakes”, secuelas y adaptaciones de otras obras.Confiamos que esta nueva tecnología suponga una válvula de escape para productoras de cine y salas de proyección. La sensación de profundidad en una superficie bidimensional puede ser creada proporcionando a cada ojo información visual diferente. Las técnicas empleadas para producir esta ilusión óptica tridimensional suelen implicar que, en el proceso de filmación, se empleen dos cámaras simultáneamente para obtener imágenes con distintos puntos de vista. Así mismo, durante la proyección, los espectadores suelen emplear algún filtro que separa, de distinto modo según la técnica, las imágenes superpuestas para que sean recibidas por cada ojo independientemente. La corteza visual interpreta estas imágenes añadiendo la sensación de profundidad, del mismo modo que normalmente recibe imágenes de cada ojo con distintos puntos de vista.
Las gafas 3D pasivas de lentes anaglíficas usan dos lentes de colores diferentes (generalmente rojo y cián) para filtrar las imágenes de una película 3D. Estas imágenes de anaglifo basan su funcionamiento en el fenómeno de síntesis de la visión binocular. Son imágenes de dos dimensiones capaces de provocar un efecto tridimensional, cuando se ven con lentes de color diferente para cada ojo. A la imagen principal, situada en el centro, se le añaden dos imágenes filtradas por color, una roja y la otra cián, superpuestas y ligeramente desfasadas en posición.
Al ponerte las gafas 3D, cada lente de color absorbe la parte de la imagen del mismo color, es decir, la lente roja filtra la imagen roja para un ojo, haciendo que éste no vea la imagen. A su vez, la lente azul verá la imagen roja en un tono oscuro. Así, cada ojo ve el contorno de la imagen opuesta en color y posición, haciendo que el cerebro interprete una sola imagen con profundidad.
Al ponerte las gafas 3D, cada lente de color absorbe la parte de la imagen del mismo color, es decir, la lente roja filtra la imagen roja para un ojo, haciendo que éste no vea la imagen. A su vez, la lente azul verá la imagen roja en un tono oscuro. Así, cada ojo ve el contorno de la imagen opuesta en color y posición, haciendo que el cerebro interprete una sola imagen con profundidad.